¡Ay!, ¡qué pinchazo!, ¡me duele!, ¡huele a pollo frito!… es el soniquete más habitual al depilarse con láser. Estar guapa por dentro y por fuera es fundamental para sentirse bien, pero subirse a unos tacones de vértigo, caber en una falda tubo o tener unas piernas suaves y sin vello, a veces cuesta demasiado.
¿Soluciones? Hay muchas. Ir en bailarinas, utilizar bombachos o usar una crema anestésica que minimice el dolor. Para aplicarla el mejor modo es el siguiente: horas antes de la depilación y, si es posible, envolver la zona ‘adormecida’ con plástico para potenciar el efecto...leer más
Fuente: Tecno-Belleza
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